Introducción
El hecho que la población mundial crece
de forma geométrica, hace que
exista cada vez más un requerimiento hídrico por la sociedad,
pero más allá del impacto del crecimiento mismo de la población
mundial, la demanda de agua dulce ha estado aumentando por consecuencia
del desarrollo industrial, la dependencia creciente en la agricultura de
regadío, la urbanización masiva y los niveles de vida más
altos. En este siglo, mientras la población mundial se ha triplicado,
la extracción de agua ha aumentado más de seis veces. Por
lo mismo, existe cada vez más un aumento en la valorización
de dicho recurso por parte de sus demandantes. Además, el suministro
de agua dulce de la cual dispone la humanidad se está reduciendo,
producto de la creciente contaminación de muchos de estos recursos
hídricos.
Se estima que en estos momentos, la población
humana del mundo está usando un 58% del agua dulce disponible contenida
en los ríos, lagos y acuíferos subterráneos. Según
proyecciones, dicho porcentaje subirá por lo menos a un 70% en el
año 2025, si se tiene en cuenta sólo el crecimiento de la
población, y mucho más si el consumo por persona continúa
aumentando al ritmo actual.
La cantidad de agua que las personas realmente
utilizan en un país depende no sólo de las necesidades mínimas
y de cuánta agua se dispone para su uso, sino también del
nivel de desarrollo económico y del grado de urbanización.
Mundialmente, de las tres categorías corrientes del uso de agua
dulce, para la agricultura, la industria y el uso doméstico. Para
nosotros futuros Ingenieros Agrónomos, suena paradójico que
la agricultura sea la que más recursos demanda (en el plano mundial,
la agricultura representa un 69% de todas las extracciones anuales de agua;
la industria, un 23%, y el uso doméstico, un 8%). En el caso de
Chile se sigue la lógica mundial, es decir, la agricultura es el
sector que más agua demanda representando el 70% de la extracción
total.
Para profundizar específicamente en la
competencia del recurso hídrico, daremos ciertos datos estadísticos
de su demanda hídrica o las posibilidades de extracción.
En el caso de la industria del sector minero
en Chile, la mayoría de las explotaciones realizadas tienen fuentes
alternativas al agua superficial y el costo de implementación es
inferior al valor de perdida de producción que se produciría
si no se recurren a ellas. Por el contrario, el sector agrícola
al reducir los rendimientos de los cultivos debido a la pérdida
de productividad por bajos abastecimientos hídricos, no logra pagar
las inversiones requeridas para obtener agua de fuentes alternativas de
origen superficial, por lo que se produce una competencia constante por
el recurso. También es importante mencionar que tanto la agricultura
como los servicios de agua potable, tienen su máxima demanda principalmente
en los meses de verano, siendo ésta la razón por la cual
se produce una competencia entre estos sectores económicos.
Para aminorar dicha competencia entre los diversos
sectores, se han propuesto derechos, normas y leyes, con las cuales se
busca encontrar un punto de equilibrio entre las distintas demandas. Aun
así, constantemente existe tal conflicto, puesto que no siempre
es posible disponer de la misma cantidad de agua, debido a que por ejemplo,
usualmente para el estado siempre va a prevalecer más la importancia
de la demanda de agua para el consumo humano que para la agricultura. Otro
punto que no podemos dejar pasar, es la disputa que se genera entre la
centrales hidroeléctricas y nuestra agricultura, que al igual que
en el ejemplo anterior, en muchos casos deben competir por el uso del agua
para poder cumplir sus metas. Por estas mismas razones, el gobierno está
dispuesto a entregar capacitaciones o subsidios para mejorar las técnicas
de riego, y de esta manera optimizar el recurso hídrico y rendir
un máximo de eficiencia. Además con estas medidas, esperamos
contribuir a cuidar este importante recurso, ya que es indispensable para
la vida humana.
Objetivos:
El objetivo de esta página es dar a conocer la competencia que existe
por el agua en las distintas actividades ecónomicas, incluyendo
el consumo humano.

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